Tamara Silva Bernaschina

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chester
mimi
diana
linda
algunos nombres a los que
pedir
perdón

**
sos un
cachorro todavía
y no tenés todas las vacunas
así que salís al patio y caminás
sobre una frazada
la misma frazada en la que parió la gata
hace años
y te asustás de todo
y no entendés de alturas de fuerza de sonidos
deberías estar con tus hermanos pero
te secuestramos
antes
y te toca jugar
con un gato viejo que nació en la frazada que usas para caminar
y no contagiarte
joven edad
y te llamamos y
las orejas diminutas se te llenan de viento
y te metés adentro de mi champion talle 37 y medio
y llorás de noche
porque extrañas
la otra casa
a tu madre
a tus hermanos
olores sabores sonidos
de perros
asi que te subo a la cama
te tapo
y no sé qué sentís ni qué pensás
pero estoy tranquila porque
al menos
te dormís


tu llanto soprano
me harta

digo ya está
ya jugamos
suficiente
me dejás la pelota en la falda
te vas lejos
a acostarte al pasto
mirás más allá del monte
de coronillas
o cerrás los ojos
no veo bien desde acá pero sé
que suspirás y ponés el gesto que ponen los perros
cuando se enojan
no te soporto y me pongo
los auriculares
la musica suena tan fuerte
que no escucho
ni el viento ni los ecos de tu llanto
ni los ladridos del galgo del vecino que está
a más de tres kilometros de distancia
que infierno
debe ser
para vos
vivir así
atado a gente que dos por tres
no te soporta
y no poder decir
nada
no poder hacer
nada


a veces
chester
también a mí me da
miedo
este mundo
gigante y
ruidoso


mirarte
tener el deseo de
desaprender
la obediencia
tratar de no

invocarte
en vano
practicar la paciencia
el juego
pedirte perdón
tantas veces