por Macarena Graña

Febrero

Mis miedos son grandes

sombras que corren por la casa

espectros.

Ya no es mi pasado

ni mi presente

mucho menos un futuro

es mucho más que eso.

La vida que tuve

y la que tengo

me miran

preguntan

para qué es todo esto.

No sé qué respuesta dar.


Confieso que he pecado

La primera vez que pensé en matarme

tenía once

me sentía rara

había algo que no encajaba

yo

no era yo.

Después, a los quince

el mundo me odiaba

mis padres

mis compañeros

yo los odiaba también

no podía respirar.

Una noche

a los dieciocho

tomé la decisión

miré mi mano

el cuchillo

las venas

mi reflejo en el espejo

no era yo.

Miré mi mano

el cuchillo

morir no es esto

no puedo

morir.


La verdad no existe

Tirás palabras como escupitajos al mundo

balbuceos sin sentido

hablás hablás hablás

pero no decís nada

nadie tiene la verdad

no entendés

que la verdad no existe.

Esa violencia cotidiana

es tu falta de comprensión de lo que sucede

escucho lo que digo yo

(sólo lo que digo yo):

mantra para este tiempo

donde abunda la filosofía barata

y el materialismo obsceno.

La mayoría silenciosa

dice otra cosa

no lo que vos decís

ya no se trata de mayorías

son personas

el silencio lo dice.

Cada vez más cuesta estar

cada vez más todo se achica

nosotros somos

los encargados

de no cruzar

esa frontera

que nos lleva

a este estado de guerra.


Te extraño todos los días

todavía estás acá

como duele esto

no estás

hace tiempo que no estás

yo no podía verlo.

Un fantasma

presencia ausente

guiando mis días

mensajes en mi celular

«te quiero»

y todo va a estar bien.

Eras vos

el fantasma.


Escuchar

el silencio

aparece

respiro

¿Qué es lo que cae?

Agua

todo se llena de agua

me estoy muriendo

estoy renaciendo

¿Qué es lo que cae?

Desde esta azotea

veo

a la que fui

y la que soy

hasta ahora

el vértigo

el agua cayendo

vuelve el silencio

respiro

y entiendo

quien fui

quien estoy

para que es todo esto.


Me gustan tus curvas

tus caderas

lo lindo de tus pechos

—esas cosas chiquitas tan dulces—

me gusta tu forma

esa forma

tan bella

tan única que tenés de moverte

de ser

me gusta verte segura

confiando en vos

luchando por lo querés

por tus ideas

por estar bien

me gusta verte y saber

qué estás haciendo las cosas bien.


Camino entre las poetas

las de ayer y las de hoy

vivo preguntándoles

cómo hacen con todo esto

ya no soporto

ver lo que entra

por los ojos.

Cómo hacen

para ver eso

y que no

las lastime tanto

cambiando de piel

cómo

eso

mutando

muriendo

renaciendo

contínuamente

en espiral.